jueves, octubre 08, 2009

Paris...

París es un otoño largo y un invierno interminable; veranos como un sueño o un suspiro. París es gastronomía francesa cocinada sólo por franceses, y gastronomía internacional cocinada sólo por paquistaníes.

París es todas las tiendas cerradas los domingos, como en un pueblo. París es Babel. París no es moderna... es una mentada de madre al futuro. París es un museo y es estática, es el recuerdo de ideales grabados en piedra y en sangre, aborrecidos hoy por el gobierno actual. París es una palida copia de si misma...

París es ir al cine cuatro veces a la semana, mínimo. Es ver a John Malkovich comprar su pan una noche en la Rue des Archives. París es una botella de chardonnay en la tarde, vodka y tachas por la noche en el Pulp. París es amanecer borracho en el puente nuevo a 5 grados bajo cero.

París es toda la tristeza del mundo. Son ojos azules y futuros púrpuras. París es Australianas, Canadienses, Suecas y Rusas por doquier. París es aristócrata y libertaria. París es euforia quimica.

París es Cortázar, Flaubert, Miller, Vian, Rimbaud, Heminway, Picasso, Baudelaire, Cioran...

París es decadente. Es una gran decepcion amorosa. Es depresión... París es tomarse una cerveza junto a Jarvis Cocker en el Popin, una sonrisa devastadora y fugaz en el metro.

París es vivir en 20 metros cuadrados por el precio de 70. Es un rave clandestino en las catacumbas. París es una mujer altiva y arrogante (La Parisina) diciéndote con la mirada «Ne pense MEME PAS!» .París es buscar el último trago a las dos de la mañana, inútilmente.

París no eres tú...