Después de todo lo que he vivido, todo lo que he visto y todo lo que he sentido, si alguien me preguntara HOY qué me hubiera gustado ser en lugar de lo que soy ahora, estoy por fin en la capacidad de responder.
diría: "me hubiera gustado ser un NAGUAL".
lunes, febrero 22, 2010
lunes, febrero 08, 2010
Umbral
Llegué a no sé que horas a mi casa, tiré las llaves frente a la puerta varias veces antes de poder acertarle a la cerradura.
Después de orinar copiosamente fui asaltado por un sopor malsano que me tumbo en el sillon, donde dormité durante horas y horas.
Durante ese letargo pesado que dificilmente puedo llamar sueño, me encontré comiendo tacos de chapulin en las ruinas de Yagul,Oaxaca, mientras escuchaba a las viboras de cascabel discutir y reir ocultas en la hierba seca.
El sol era tan fuerte que veia mis brazos cambiar de color y subitamente estaba en una ciudad crepuscular,observando edificios a contraluz mientras el rumor de la gente que se apresura en las calles no logra distraerme del todo.
Empiezo a cantar un mantra e intento varias tonalidades, me doy cuenta de que el mantra son de hecho dos palabras: "caos" y "azul".
Toda la ciudad canta conmigo. Esto me provoca una euforia que es casi imposible de contener. Al mismo tiempo tengo un sentimiento de pérdida que finalmente no es tan intenso ya. El Mantra me reconforta.
El canto es tan fuerte que me hace revolverme, y DESPIERTO. Estoy completamente alerta.
estoy SUPERCONSCIENTE. Sé que he alcanzado un nuevo umbral de OLVIDO.
Después de orinar copiosamente fui asaltado por un sopor malsano que me tumbo en el sillon, donde dormité durante horas y horas.
Durante ese letargo pesado que dificilmente puedo llamar sueño, me encontré comiendo tacos de chapulin en las ruinas de Yagul,Oaxaca, mientras escuchaba a las viboras de cascabel discutir y reir ocultas en la hierba seca.
El sol era tan fuerte que veia mis brazos cambiar de color y subitamente estaba en una ciudad crepuscular,observando edificios a contraluz mientras el rumor de la gente que se apresura en las calles no logra distraerme del todo.
Empiezo a cantar un mantra e intento varias tonalidades, me doy cuenta de que el mantra son de hecho dos palabras: "caos" y "azul".
Toda la ciudad canta conmigo. Esto me provoca una euforia que es casi imposible de contener. Al mismo tiempo tengo un sentimiento de pérdida que finalmente no es tan intenso ya. El Mantra me reconforta.
El canto es tan fuerte que me hace revolverme, y DESPIERTO. Estoy completamente alerta.
estoy SUPERCONSCIENTE. Sé que he alcanzado un nuevo umbral de OLVIDO.
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