miércoles, septiembre 24, 2008

7 years in France

Not 7 years in Tibet.

7 years in FRANCE!

25 de septiembre.2001.

Textura difusa,
ilusión de fines y comienzos.

La esperanza y el miedo de no volver jamás.

Adiós al sol, adiós C.U., adiós al Ajusco y al Peñón,
se quedan en el sueño de todos los placeres, ¡y ahí voy!
Lo único que queda es una cinta borrosa
Nostalgias del futuro:
¡Seguiré tus ojos verdes hasta el fin del mundo!
Mi Hogar está dónde estás tú.

Vamos juntos a otros mundos, otros cielos, otros miedos,
a nuestro sueño de agua,
a la inmensidad del espacio interior.

Gracias gracias GRACIAS.
Por la vida, la esperanza,
por mostrarme quien soy yo
y llamarme maitre reveur.

Qué dulce es vivir
cuando el nombre del juego es "infinito".

corazonritmovida.

Esperarte y olvidar
la oscuridad de otros reflejos,
las tristezas del invierno,
Sèvres-Babylone,République,Boulevard du Temple.

París

fluyo en tus calles y te conozco al despertar,
sin maquillaje, borracha,
drogada, dormida e inconsciente


No deseo nada mas
que des nuits d'ivresse,des guitares et des lumieres.

¿
Cómo se sabe cuando sé ES de un lugar? ¿Cuándo te sientes de él?
¿Por el número de lagrimas u orgasmos?

Lo Perfecto es irreal, y después del sueño, despiertas.
Y ahí sigue la nostalgia, que es mas fuerte que la furia.
Vivo en el pasado,
y para mí siempre son 7 horas menos.
Siete horas perdidas.
Y ahora te ves hermosa y perdida
en la niebla.

Todo está mal.

Abismo de la felicidad:
Todo se mueve y nada cambia.
En nuestra vida que se va.

Para siempre.

7 años en Francia.



9 comentarios:

Darinka Rodríguez dijo...

Sentido de pertenencia: una necesidad muy humana.

Existen culturas que sólo especulan sobre su origen y nunca sobre su fin. Las hay que están obsesionadas por ambas cosas. Otras dos figuras son posibles: especular únicamente sobre su fin -la nuestra-, no hacerlo ni con lo uno ni con lo otro -la próxima.
(Jean Baudrillard)

Lo ordinario es la melancolía por lo que no está, por aferradamente retenerlo en la memoria. Lo raro es que sea el 7 el número que marque la distancia (siete años, siete horas)

Y tal parece que Italo Calvino tenía razón: las ciudades son como mujeres. Así como los defeños odiamos de vez en vez el caos del D.F. pero no podemos pensarnos fuera de él.

Siete años no bastan, y tu sigues escribiendo en español. Siete horas bastan para que yo pueda dormir mientras tú lees este mensaje y por allá se hizo ya la mañana. Siete minutos lo que me lleva escribir estos argumentos. Siete días los que probablemente te quedarás en México. Siete milenios para olvidarte de quién eres y de dónde vienes. Así es el tiempo, así son las ciudades.

Adelina dijo...

Al final resulta que a todos nos pasa así. Nos intoxicamos y creemos que TODO lo demás no importa con tal de estar y ser con El Otro. Y luego todos esos sentimientos no son suficiente, no sé si en algún momento lo fueron... estabamos obnubilados, drogados, intoxicados... sí, casi siempre el proceso de desintoxicación es el más dificil. ¡Acá nos vemos! Te espero para regresar a la Realidad. Beso.
Adelina

Anónimo dijo...

en algun momento todos nos sentimos asi.. cualquier hora cualquier dia y eso sigue ahi...
muy bn expresado... si si
seeeeeeee

Anónimo dijo...

anonimo de arriba fui yo..
yoseika del castillo
si si
emmm ya

Karina dijo...

"Pertenencia" ¿qué la construye, en dónde se realiza?

Eres mexicano porque naciste acá, pero decidiste irte allá porque lo hallabas mejor. ¿En dónde está el sentido de pertenencia si prefieres estar en otro lugar? ¿Basta con extrañar (o con indignarse como Gael García, donde quiera que confortablemente esté)?

Según la ley, si el hijo de algún extranjero nace en este páis, que digamos, iba cruzando de pasada, ese niño es mexicano. Llega al país donde viven sus padres y nunca regresa a México... No conoce esta lengua, las tradiciones, jamás ha comido un taco ¿es mexicano?

Fando, cada que vienes te quejas y comparas... Y te vuelves a ir. La pertenencia, como todo, es un no dejarse arrojar hacia la nada. Es la resistencia. Es la irrealidad a la que nos aferramos para pensar que nuestra existencia vale algo... Y si vale en conjunto a los otros, mejor. Salud.

Anónimo dijo...

Para acercarse…
Desde entonces que es lo que ves? Como es? Llego algo decaída fastidiada, puede ser que en algún momento algo me aseguro estar entristecida, pero he estado sospechando que todo se ha esfumado ya, con esa grafica indefinible satisfacción. Me asomé, no me avente hacia atrás y dí en este lugar. Ese olor se me vino y supe que todo estaba mucho mejor, la elevación era de que asegurabas que por fin había hallado algo de serenidad, y aunque fue por un pequeño momento, lo guarde para hacerlo durar toda mi existencia.

Después, eso es solo después de intentar respirar con mis manos, completamente exasperada, si buscaba, busque busco y busco, otra parte de mi sale a encontrar, como un golpe en la frente regreso y apenas recuerdo quien soy, mi localidad ya no importa en realidad. Lo que faltaba siempre fue parte de una parte de mí.
Ya no me espanto del silencio, escucho claramente cada uno de sus movimientos. Me trajo aquí un fuerte remolino de confusiones que poco a poco se convirtieron en mis amigas y sin percatarme ahí se quedaron aleteando. Sin dudar supe que era lo que había detrás de tanto y tantas curiosidades. Sobretodo la voz resonante en mí que nunca creí, y me decía algo así: Relájate y déjate esconder en donde todo empezó. Puedes lograr tocar lo que nadie quiere ver, puedes saborear lo que nadie quiere oler.
Veo líneas de humo blanco que el viento reserva para los necesitados. Una alfombra rasposa que disfruta alimentarse de mi espalda y me sonríe desde ayer.
Veo que ni siquiera me incomoda y respeta mi esperanza. Como se niegan al último suspiro. Veo que no es para que el final dure mucho, más bien que en realidad no existe un final.
…Y agua dulce en el paladar

Andrés Soto dijo...

Lilia:

Naufragamos en nuestras nostalgias... que es lo que nos va a salvar?

Galadriel dijo...

¿De donde somos? …de donde queremos ser.

Si me hubieran dicho hace 7 años en donde estaría viviendo ahora y por todo lo que tendría que pasar, no lo creería.

El alma y el corazón llevan el sello de nuestras vivencias, más nuestra identidad nunca se pierde ni con la distancia, ni con la nostalgia, ni con las encrucijadas más profundas.

Somos más viejos, y supuestamente más sabios,
…somos los mismos con más cicatrices.

El miedo de no volver jamás y la esperanza de que no sea así.

Galadriel dijo...

O…. podríamos vivir …ventanas en el tiempo. Tener diferentes realidades y variar nuestras identidades.