Vine a México a despedirme de La Casa.
La Casa Verde; mi casa.
Nos ha acompañado en toda nuestra vida de familia. Aquí nacieron mis hermanas, crecimos, sufrimos, fuimos felices.
En ella los cabellos de mis padres se hicieron blancos. Aquí, mi sobrino camina y ríe porque esta también es su Casa.
Extrañaré los colibríes, las buganvilias, el árbol de limón, las manzanas, los nopales, las mañanas cálidas desde mi ventana y los aviones, los grillos en la noche, la luna llena en el patio, mi cuarto de ensayos, mi columpio, ver a mi madre hacer que todo crezca verde y exhuberante...
Mi casa nunca se ha visto más hermosa que hoy. Intentaré grabar todos los colores, los olores y las texturas para llevármelas a cualquier lugar que vaya. Esta casa es mi hogar, y dejarla ir me parte el corazón.
Hace mucho tiempo la dejé para buscar mi camino, pero siempre fué un alivio y una felicidad regresar a ella después de viajar y vivir en lugares extraños o fríos del otro lado del mundo, y dormir y soñar, seguro y arropado en mi habitación en donde siempre entro sintiéndome un niño feliz.
En sus paredes se hizo mi familia, y ahora la dejamos, con sentimientos encontrados.
Gracias, ¡GRACIAS! querida casa, fuimos muy felices viviendo en tí.
Haz feliz a otra familia como nosotros lo hemos sido en tus cálidas paredes.
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