jueves, diciembre 08, 2022

Es martes hoy, martes mañana...

 Conocí al Dr. Fanatik a mediados de los lejanos años 90 en el otrora DF. Llegué al estudio de grabación que operaba junto a su amigo Lorenzo Lagrava alias "El Pollo" para grabar un disco con mi grupo de la época en el que ya estaban Miguel Hernández y Julio Gómez-Rejón.
 
  El llegar a ese estudio fue una confluencia importante en mi vida. 
 
A partir de ese momento mi vida personal y artística se ramificó en maneras que se siguen manifestando hasta hoy. El grupo con el que grababa se acabó poco después por motivos AJENOS a la música y El Doc y el Pollo me invitaron a colaborar con ellos en diversos proyectos que en ese momento se gestaban en el lugar. En ese estudio aprendí el (para mí) ingrato oficio de hacer jingles, aprendí a usar una computadora para hacer música y grabarla, aprendí a usar Pro-Tools y también aprendí muchas cosas que son necesarias en el arte de producir música. Muchas conversaciones y descubrimientos interesantes sucedieron ahí, en ese estudio de la Colonia del Valle. Gracias al Doc y al Pollo descubrí mucha música que amo hasta el día de hoy. La experiencia que viví trabajando en el estudio me puso a un grado de separación de músicos y artistas que amo, tuve la oportundad de grabar y tocar en vivo con Steven Brown de Tuxedo Moon, de conocer a ZÜ, Grabar con el Teca del Tijuana NO, Grabar partes de guitarra originalmente concebidas por José Manuel Aguilera, de invitar a grabar con nosotros a Bianca Alexander y Edy Vega, de tocar con Rafa Gaytán y pasar días y días inventando historias de personajes delirantes haciendo música entre carcajadas. 
 
La cosa nos dio para grabar dos discos juntos mas un proyecto personal que quedó enlatado en el estudio. La fiesta de presentación del primer disco sigue siendo una de las experiencias más alucinantes y divertidas de mi vida. Para un individuo que salía apenas de la adolescencia, esa validación de parte de artistas y músicos más experimentados y célebres resultó fundamental. El Doc siempre fue inflexible en sus convicciones artísticas y no exigía menos de sus colaboradores. Yo terminé pensando como él y pienso que ésta es la razón por la cual decidí seguir mi camino por derroteros diferentes y acabé a 10 mil kilómetros de México, con otros grupos, otras músicas, un estudio diferente (pero propio esta vez) y vivencias también enriquecedoras. Han pasado más de 20 años de ese tiempo tan especial y esta madrugada recibí muchos mensajes informándome de la muerte del Doctor Fanatik. Tenía todo este tiempo sin verlo ni saber nada de él, pero siempre me alegré de ver en internet que los proyectos y conciertos continuaban. Atesoro todos los aprendizajes de ese tiempo y de ese lugar y decido recordar las cosas buenas y positivas de ese momento porque me son mucho más valiosas que lo otro. Un pensamiento para el Pollo, porqué sé lo que es perder a un amigo de toda la vida. Gracias Doc, Buen viaje, hasta otra. 
 
Es martes hoy, martes mañana 
 

 

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